La responsabilidad de las relaciones sexuales seguras y de la adopción de medidas anticonceptivas corresponde tanto al chico como a la chica, pero no hay que olvidar la situación de mayor vulnerabilidad de las mujeres al respecto, tanto por las consecuencias reproductivas como por la mayor facilidad de contagio en ciertas circunstancias.
A través de cualquier relación sexual en la que el semen, los fluidos vaginales y la sangre se hayan puesto en contacto. Hay que recordar que el líquido preseminal puede infectar.
La sangre de la menstruación también puede infectar.
Para algunas infecciones no es necesario que haya penetración para que haya contagio, practicando sexo oral también se puede producir contagio o simplemente por contacto de la piel (sarna o ladillas).
No hace falta tener muchas parejas para tener una ITS/ETS: cualquier persona que no usa un método de prevención adecuado está expuesta a este problema. Las ITS/ETS no se trasmiten por lo que uno hace, sino por cómo lo hace. No hay grupos de riesgo sino conductas de riesgo.
Hay que tener cuidado porque puedes no notar que tienes una ITS/ETS (muchos de los síntomas pasan desapercibidos sobre todo para el chico)